“Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran.”
— Miguel Hernández
Las voces de los pueblos soplan como vientos tercos que no se dejan encadenar. Han demostrado ser más fuertes que los silencios oficiales, más persistentes que las coartadas diplomáticas. Hoy, en Europa, asistimos a un giro que no surge de palacios ni cancillerías, sino de calles, universidades y conciencias que reclaman justicia.
I. España… un ejemplo digno ante la verdad
En tiempos zarandeados por la doble vara de medir, España se ha colocado en la vereda justa de la historia. No se conformó con condenas retóricas: tradujo la palabra en acción concreta.
- Consolidó por ley el embargo de armas a Israel.
- Cerró sus puertos y cielos al tránsito de barcos y aeronaves con destino militar israelí.
- Sancionó a ministros ultras como Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, vetando su entrada en territorio español.
- Prohibió la importación de productos procedentes de los asentamientos ilegales.
- Elevó su ayuda a Palestina: 150 millones de euros para Gaza en 2026, además de 10 millones extra para la UNRWA.
No son simples medidas técnicas: es una apuesta ética. España —sin bombas nucleares ni vastos arsenales— decidió invertir en paz, desarrollo y dignidad.
II. Tres dimensiones del compromiso español
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Invertir en las personas, no en las armas
Priorizando educación, sanidad y cooperación internacional antes que la carrera armamentística. -
Un historial coherente de apoyo humanitario
Palestina, Ucrania, Sudán, Nepal, Afganistán… España ha sostenido posiciones constantes del lado de los pueblos vulnerables. -
La ley como brújula
Cada paso se funda en el derecho internacional, la legalidad humanitaria y las resoluciones de la ONU.
III. Europa… cuando despierta la conciencia
El cambio en la respuesta oficial de la UE no ha brotado de la nada. Es fruto de la presión de los pueblos europeos que llenaron plazas, firmaron manifiestos y empujaron a sus gobiernos. Esa presión se unió a la valentía de Estados como Irlanda, Países Bajos y Suecia, que eligieron estar en el lado luminoso de la historia.
Fruto de ello, últimamente, hemos visto:
- Propuestas para suspender partes del acuerdo comercial con Israel .
- Inclusión de ministros extremistas y colonos violentos en listas de sanciones.
- Y, por primera vez, voces dentro de la Comisión Europea que describen la guerra en Gaza como posible genocidio.
Conclusión
España demuestra que la conciencia europea, cuando se deja guiar por la calle y por la ley, puede encontrarse con el pulso árabe y musulmán en un mismo cauce de humanidad compartida.
Y, sin embargo, queda una pregunta punzante:
¿Cuándo veremos a la Liga Árabe hablar y actuar con una sola voz firme — no con gestos aislados — en defensa de la justicia?
Si los pueblos de Europa han presionado hasta torcer el rumbo, ¿cómo no habrían de hacerlo quienes tienen la causa más cerca en sangre, en historia y en destino?
Nombres que la historia recordará
La historia, que no suele olvidar a quienes supieron alzar la voz cuando otros callaban, pondrá en la misma página a Pedro Sánchez, presidente de España, a José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, y a Teresa Ribera, que fue la primera voz en Bruselas que se atrevió a pronunciar la palabra genocidio— y a Josep Borrell, cuya trayectoria en la diplomacia europea abrió camino, y sus posicionamientos críticos con la ofensiva en Gaza marcaron el debate europeo.
Junto a ellos quedarán también quienes, desde otros gobiernos europeos, eligieron estar en la parte clara de la historia:
- En Irlanda, el viceprimer ministro y ministro de Exteriores Micheál Martin.
- En Suecia, la ex ministra de Exteriores Margot Wallström, pionera en reconocer a Palestina; y
- En los Países Bajos, el ministro de Exteriores y hoy comisario europeo Wopke Hoekstra. Será esta confluencia de pueblos, gobiernos y conciencias la que trace, algún día, el relato de que la justicia y la dignidad humana pudieron imponerse sobre el estruendo de las armas.
Nota:Este artículo fue publicado por primera vez en Al-Seyasah el 15 de septiembre de 2025.
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